sábado, 3 de enero de 2009

FIN DE AÑO EN EL RDT, primera parte. Lo serio

No va a ser tan fácil escribir sobre esta segunda visita a Anantapur y a la Fundación Vicente Ferrer y es que pasaron tantas cosas, tan bonitas y tan seguidas, que haría falta un blog, sólo para contar las experiencias en el RDT.

Estoy segura que Ana, Sara, Silvia “la judía”, Joaquina, Marcel, Jordi, Andreu, las niñas (nunca me acuerdo del nombre de tu ahijada y su amiga Jordi, perdona), Cristina y todos los voluntarios, visitantes y padrinos estarán de acuerdo conmigo.

Pero vamos a intentar ir por partes; primero lo serio y luego lo lúdico, es decir lo más serio de todo.

Lo más emocionante fue conocer a Murali un guapísimo y serio niño de seis años al que he tenido la inmensa suerte de apadrinar. Su familia, su hermano, su hermana su padre, su madre, todos sus amigos y la gente del pueblo me recibieron con tanto cariño que realmente resultó muy difícil irse de allí. Pero ya hemos acordado Murali y yo que volveré a hacerle una visita y mientras tanto él estudiará mucho para llegar a ser un estupendo médico que trabajará en los hospitales de la Fundación tras venir a España a aprender muchas cosas “de médicos”.
También fuimos a visitar el proyecto de nutrición. En la pequeña escuela de uno de los pueblos nos esperaban un montón de mujeres, con sus hijos y una escudilla y un vaso donde tras una charla del responsable del proyecto de nutrición, se les dio a los niños un huevo y un vaso de leche. Nos costaron que antes se les daba también un plátano, pero debido a que muchos llegaban estropeados se ha prescindido de ellos.


El día anterior tuve dos bendiciones: conocer los proyectos de ecologismo y el proyecto mujer a mujer y hacerlo acompañada por Ana y Marcelo. Los proyectos de ecologismo abarcan cultivos y reforestación de árboles frutales, implantación del riego por goteo y por aspersión, creación de “estanques de tormentas” para aprovechar el agua de lluvia, utilización de los excrementos de vaca para la creación de biogás y la introducción de las placas de energía solar. Dentro del proyecto de mujer a mujer fuimos a visitar un pueblo donde varias mujeres han sido beneficiadas con la cesión de una vaca lo que les permite dejar de depender exclusivamente del trabajo en el campo tan afectado por las continuas sequías, mejorar la dieta propia y de sus familias al disponer de leche fresca, aumentar los ingresos y acceder a cierta independencia.

Fui a ver un hospital y la escuela que llaman Escuela Puente donde la Fundación Vicente Ferrer “recupera” para los estudios a chicas por debajo de los 16 años que, por diversas razones, se han visto obligadas a dejar los estudios. No sólo les dan clases sino que las niñas duermen en el centro, mas concretamente en el aula donde estudian en grupos de unas 20. No saquéis conclusiones, os aseguro que las chicas tenían cara de auténtica felicidad por poder seguir estudiando y no tener que estar con 7 años ya trabajando en el campo en el mejor de los casos. La mayoría de ellas dicen que quieren ser maestras o médicos.

En esta ocasión volví a ver la maternidad y la recorrí mas detenidamente y aprendí que las mujeres que acaban de dar a luz, llevan atada una cinta que les cubre las orejas durante 6 meses para evitar catarros y un poco por superstición supongo, pero si a ellas les funciona no seré yo quien diga lo contrario.









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