lunes, 19 de enero de 2009

LA INDIA Y OTROS ANIMALES, pequeño homenaje a Gerral Durrell




La India es un país donde la gente ve un animal pequeño, una salamanquesa, una ardilla, un mono o una rata y nadie grita. En el caso de la salamanquesa la protegerán porque aunque a nadie se le ocurre la superstición de decir que traen buena suerte, todo el mundo sabe que se comen los mosquitos; si es una ardilla ni la prestaran atención ya que hay miles, excepto que sea una cría y entonces intentarán cuidarla hasta que se valga por si misma; si es un mono mirarán a su alrededor a ver si hay un occidental para hacérselo notar, a los occidentales nos llaman mucho la atención los monos y les sacamos fotos....claro que los occidentales en India le sacamos fotos a casi todo; si es una rata ni siquiera la verán ¿para qué?, ni trae suerte, ni se come los mosquitos, ni le interesan a los occidentales.

Los perros en la India se cuentan a cientos, a miles. No son sagrados como las vacas, pero estoy segura de que hay muchos más. La existencia de tantos perros es una de las cosas que me hacen pensar que en la India cada vez hay menos hambre.... si no, no habría perros por las calles. De hecho hay muchos más perros en las ciudades que en los pueblos y no creo que haya una campaña orquestada por los propios perros para emigrar a las ciudades.

A las cucarachas indias lo que mas les gusta es viajar. Viajar en tren que ya he comentado que es, con diferencia el medio de transporte más excitante de la India. Algunas sin embargo cometen la equivocación de buscar residencia fija de ocupas en alguna casa y pasa lo que tenía que pasar. Dos son pareja y tres una plaga. Sólo he visto un sitio donde las cucarachas se paseaban tranquilamente y con la cabeza muy alta: el templo Jainista de Calcuta. No me creeréis, pero una enorme cucaracha rubia se paró ante mí y con un gesto de las antenas me indicó que me apartara para que ella pudiese seguir su camino.

A las vacas, además de meditar en la playa las que tienen nivel económico para hacerlo, lo que más les pone es pararse en mitad de una calle o una carretera atestada de tráfico y demostrar a los humanos que por mucha prisa que tengan llegaran cuando los dioses y ellas lo decidan. Las vacas, con esa cara de soñadoras, con ese lento movimiento de rabo y con esa actitud de aquí no passsssa, nada nos recuerdan la importancia de introducir en nuestra vida cotidiana el concepto de shanti, shanti.

Los mosquitos indios son unos verdaderos especialista en picar al occidental. No he visto nunca a un indio con picaduras de mosquitos. No se si es que ya no les queda sangre, que están hartos de “picante” en las comidas o que a los mosquitos indios lo que les gusta es “la cocina extranjera”. Igual lo que ocurre es que a pesar de lo que digan los prospectos lo que realmente les gusta a los mosquitos es el sabor del Relec y el Odomus. Vamos que es oler una pielecita bañada el Relec y se corre la voz de que hay banquete.

Luego hay otra serie de picaduras cuya naturaleza he sido incapaz de descubrir pero que estoy segura de que provienen de maléficos animales invisibles que sólo existen en India. Contra estas picaduras sólo hay tres remedios :acostumbrarse, acostumbrarse y acostumbrarse. También hay un método preventivo: no acercarse a los niños que viven en la calle. Sin embargo éste método tiene una enorme contraindicación: te pierdes una de las cosas más bonitas de la India. En casos graves se pueden toman antihistamínicos. Realmente no sé si funcionan, pero te haces ilusiones y ya se sabe que de ilusión también se vive.


Y luego están los cuervos, pero de esos ya hablé no se si en este o en el otro blog y es que la edad es lo que tiene, que vas perdiendo la memoria..... ¿de que estaba yo hablando?

1 comentario:

Toi dijo...

me ha parecido extraordinariamente bien escrito este post.
Se lo podría calificar como literario,

Nos has llevado muy lejos