El sábado amaneció con clases de inglés y desayuno incluido. Después de alimentar mente y cuerpo decidimos darle un gusto a nuestro afán consumista y junto con Rabi y Manex nos pusimos a la tarea de conseguir un look indio, versión europeizada para estos dos chicos a los que el destino ha traído a India por unos 3 años. Es decir, nos fuimos a dar una vuelta por Fabindia, la tienda donde antes o después terminamos casi todos los viajeros que no tenemos pretensiones de mochileros. Y ya que tocaba día de compras, mas tarde nos dimos un garbeo por Market street y sus dos mercados, el cubierto y el de la calle. Faltaban todavía unos días para la barbarie de Mumbay, pero en la calle, policías y voluntarios se afanaban en repartir unos folios con indicaciones de lo que debíamos y lo que no debíamos hacer. Era curioso ver que una de las recomendaciones, la última, era no hacer caso a los rumores. ¡Como si eso fuera posible en India!
Para recuperar fuerzas comimos en el KFC en su versión india, es decir pollo frito picante.
Una vez que ya había anochecido, lo que aquí ocurre muy temprano, fuimos a la biblioteca hispano india. Se trata de un pequeño centro en una de las zonas más tranquilas de Calcuta, donde el Sr Diyajyoti Mukhopadhyay se ha empeñado en trasmitir el cariño que siente por España, la cultura española y el idioma español. Es asombroso como un montón de chicos y chicas se afanan por aprender español y te comentan libros y películas con un entusiasmo que es absolutamente contagioso. Te piden que les corrijas los errores al hablar, te preguntan por tu ciudad y sueñan con poder algún día poder ver en persona todo lo que hasta ahora sólo pueden imaginar a partir de lo que leen y de las películas que ven. Saben que aprender español les puede ayudar en su trabajo: traductores, guías, etc, pero esta claro que no es eso lo único que les mueve. Y es que Dibya, el director de la biblioteca contagia a todos con su entusiasmo. Allí dejé todos los CD que Teo me había dado con documentales sobre Andalucía.
Ya tarde y exhaustos nos fuimos a dormir, al día siguiente nos esperaba un día muy especial.
Para recuperar fuerzas comimos en el KFC en su versión india, es decir pollo frito picante.
Una vez que ya había anochecido, lo que aquí ocurre muy temprano, fuimos a la biblioteca hispano india. Se trata de un pequeño centro en una de las zonas más tranquilas de Calcuta, donde el Sr Diyajyoti Mukhopadhyay se ha empeñado en trasmitir el cariño que siente por España, la cultura española y el idioma español. Es asombroso como un montón de chicos y chicas se afanan por aprender español y te comentan libros y películas con un entusiasmo que es absolutamente contagioso. Te piden que les corrijas los errores al hablar, te preguntan por tu ciudad y sueñan con poder algún día poder ver en persona todo lo que hasta ahora sólo pueden imaginar a partir de lo que leen y de las películas que ven. Saben que aprender español les puede ayudar en su trabajo: traductores, guías, etc, pero esta claro que no es eso lo único que les mueve. Y es que Dibya, el director de la biblioteca contagia a todos con su entusiasmo. Allí dejé todos los CD que Teo me había dado con documentales sobre Andalucía.
Ya tarde y exhaustos nos fuimos a dormir, al día siguiente nos esperaba un día muy especial.
3 comentarios:
Para el que no lo sepa, a Silvia se le ha escapado una foto donde sale: es esa chica tan monísima de la muerte del jersey verde pistacho.
El cd de sevilla que yo te hice para esta gente ¿no se lo diste también?
Por cierto, no todo es o blanco o negro... al Guardians se le ha visto el plumero.
Y lo de la luna, precioso
Que no es un jersey, que es una camiseta sin mangas. Que ese día hacía unos 30 grados a la sombra y que eres un chivato jejejeje.
Of course que les di tu CD, perdona que no lo haya dicho, pero son tantas cosas a la vez que alguna se me pasa. El otro CD se lo voy a llevar a la gente de Anantapur ¿te parece bien?
Besotes principe Toi
besitos princesa Silvia
Publicar un comentario